En la isla de Mallorca la naturaleza ha formado, a lo largo de los siglos, los troncos de los olivos, y los ha convertido en verdaderas obras de arte, un "arte natural" único en el mundo.
Además, parte de la vida de Mallorca gira alrededor de su fruto: El Aceite de Mallorca. Este fruto permite disfrutar de platos con un sabor singular, diferente y único.